Esos trabajadores de limpieza trabajan a destajo y en silencio para limpiar nuestras calles con el objetivo de garantizarnos unas vías públicas limpias de residuos, hojas de los árboles y esa basura que esta sociedad incivíca nos deja a diario en todos los lugares de nuestra ciudad, y eso les ha convertido en héroes anónimos.
Ellos y ellas tienen nombre, pero nadie les conoce por él, nadie les aplaude, nadie se lo agradece pero día a día incluso en estos tiempos de pandemia se levantan a las 6 de la mañana para irse a limpiar y desinfectar las calles de nuestra ciudad.
Su trabajo es físicamente exigente y a menudo desagradable y las muestras de reconocimiento brillan por su ausencia.
No quisiera olvidar dentro de este grupo de trabajadores a los que desempeñan su labor tanto en unas oficinas, en una nave, en comunidades de vecinos, colegios, en casas particulares, en un hospital, además de en la vía pública, ya que asumen unos riesgos propios del trabajo de limpieza, pero además de los derivados de las instalaciones o lugares en las que se realizan.
Para ellos también es muy importante la satisfacción personal, la sensación de estar haciendo las cosas como se deben hacer, ya que eso genera un sentimiento de valía al que no están dispuestos a renunciar.
Ellos y ellas tienen nombre, pero nadie les conoce por él, nadie les aplaude, nadie se lo agradece pero día a día incluso en estos tiempos de pandemia se levantan a las 6 de la mañana para irse a limpiar y desinfectar las calles de nuestra ciudad.
Su trabajo es físicamente exigente y a menudo desagradable y las muestras de reconocimiento brillan por su ausencia.
No quisiera olvidar dentro de este grupo de trabajadores a los que desempeñan su labor tanto en unas oficinas, en una nave, en comunidades de vecinos, colegios, en casas particulares, en un hospital, además de en la vía pública, ya que asumen unos riesgos propios del trabajo de limpieza, pero además de los derivados de las instalaciones o lugares en las que se realizan.
Para ellos también es muy importante la satisfacción personal, la sensación de estar haciendo las cosas como se deben hacer, ya que eso genera un sentimiento de valía al que no están dispuestos a renunciar.
Por ello el reconocimiento y valoración de su trabajo, así como los aplausos de los ciudadanos suponen una gratificación enorme por el trabajo que realizan.
Aquí tenéis el mío, muchas gracias
y enhorabuena por vuestra labor.
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