Ese tramo de tierra metido en el río, entre las márgenes del arroyo Rivillas y la desembocadura del río Gévora. Ese bonito lugar que hace años era idóneo para los baños y los pescadores, así como también un poquito de ocultación para que aquellas parejas de jóvenes pasaran un día romántico.
Foto proporcionada por Miguel Quitales
Aunque los más jóvenes no lo conocieran o bien no lo recuerden, era una zona donde los pacenses acudían habitualmente. En esta área se bañaban en el Guadiana cuando las aguas eran cristalinas, montaban en barcas para cruzar el río e incluso acudían a fiestas los fines de semana. Foto proporcionada por Miguel Quitales
Lo que más recuerdan muchos pacenses es la caseta Chicago y la de Sixto, unos quioscos míticos que había en el Pico y que celebraba bailes los sábados, que fueron muy popular y un punto de encuentro imprescindible para los jóvenes durante unos años.
Foto de Pesini en los años 70
También era habitual ver barcas pasear por el río y parar en el Pico, era una visita habitual. Otro uso que tenía este espacio era para los más espabilados de la ciudad, especialmente los jóvenes. Una práctica habitual era ir hasta el Pico andando y pasar nadando a la playa del Guadiana, que estaba en la otra orilla, así se podía entrar en la zona reservada sin tener que pagar. Imágenes proporcionadas por:
Miguel Quitales, Leo García, Manuel Sordo,
Rafael Haskel, Felix Guerra y Manuel Algaba
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